La UEFA ha decidido que la temporada 2024/25 de la Champions League sea una de las más memorables, y no solo por el fútbol que se jugará en los estadios. Este año, el torneo no solo cambia su formato, dejando atrás la tradicional fase de grupos para adoptar una nueva estructura de liga, sino que también se ha renovado su identidad visual y, lo más comentado, su himno icónico. Estos cambios, concebidos para modernizar la competición y atraer a una nueva generación de aficionados, han desatado un mar de emociones entre los seguidores más fieles del deporte.
Desde el primer silbatazo, los aficionados se darán cuenta de que algo es diferente. Ya no verán los grupos habituales, sino un formato de liga donde los equipos competirán contra una mayor variedad de oponentes, con la esperanza de clasificar a las fases eliminatorias. Sin embargo, este cambio en el formato, aunque significativo, ha quedado en segundo plano debido a la controversia generada por la nueva identidad de la Champions League, especialmente por la regrabación de su famoso himno.
La UEFA ha bautizado su nueva identidad como «Kick of Light». Esta actualización no es simplemente un cambio estético; es un intento deliberado de conectar con una audiencia más joven y adaptarse a la era digital. El concepto detrás de «Kick of Light» está inspirado en un prisma que descompone la luz en un espectro de colores, representando la diversidad y la energía de los clubes que compiten en el torneo. La icónica estrella de la Champions, que antes era sólida, ahora se presenta como una figura de vidrio que refleja la luz de manera espectacular, rodeada de un estadio también de vidrio. La idea es clara: proyectar una imagen moderna y vibrante que resuene en las redes sociales y en las plataformas digitales donde hoy en día los jóvenes consumen contenido.
Pero lo que más ha sacudido a la afición es la regrabación del himno de la Champions League, una pieza que ha sido sinónimo de noches mágicas de fútbol desde 1992. Originalmente compuesto por Tony Britten, quien se basó en la obra barroca «Zadok the Priest» de George Frideric Handel, este himno ha sido el preludio de momentos inolvidables en el fútbol europeo. La nueva versión, aunque mantiene la esencia de la original, ha sido modificada para ser más rápida y menos pesada en percusión, lo que ha provocado una reacción de descontento entre los seguidores.
Las redes sociales han sido el escenario de una avalancha de críticas. “Esto tiene que ser una broma de April Fools en agosto”, escribió un usuario en X (anteriormente Twitter), mientras otro lamentaba: “El himno antiguo me ponía la piel de gallina; este nuevo es solo… ‘agradable’ y nada más”. Estas reacciones evidencian un sentimiento compartido: para muchos, el himno original es insustituible, una parte integral de la experiencia emocional que significa la Champions League.
Además, la UEFA ha lanzado un nuevo video introductorio que acompaña las transmisiones televisivas del torneo. Este video, que presenta a estrellas como Erling Haaland, Kylian Mbappé y Vinicius Júnior, ha sido recibido con críticas mixtas. Aunque los visuales son impactantes, la combinación con el nuevo himno ha dejado a muchos aficionados insatisfechos. “Es horrible,” comentó un aficionado, mientras que otro añadió: “UEFA está intentando con todas sus fuerzas hacer que el fútbol sea imposible de ver”.
Estos cambios llegan en un momento en el que el fútbol está en constante evolución. La UEFA se enfrenta al desafío de modernizar un torneo que es amado por millones, sin perder la conexión con aquellos que han seguido la Champions League desde sus inicios. La intención es clara: captar a las nuevas generaciones sin dejar de lado a los veteranos, pero la ejecución de estos cambios ha demostrado ser un camino lleno de obstáculos.
A medida que se acerca el inicio de la temporada, con la fase de liga comenzando el 17 de septiembre, el tiempo dirá si estos cambios lograrán resonar con la afición o si serán vistos como un paso en falso en la historia de la Champions League. Lo que queda claro es que, para muchos, el himno original seguirá siendo el auténtico sonido de las noches europeas, un himno que no solo anuncia el inicio de un partido, sino que también despierta la pasión de los aficionados en todo el mundo.